La tela antihelada es una especie de abrigo que protege las plantas de las bajas temperaturas, permitiéndoles así sobrevivir al invierno sin casi ningún problema. Es un velo que protege los cultivos de las condiciones climatológicas adversas, como el frío, la escarcha, el hielo y la nieve. Es un material poroso, lo que significa que deja pasar el aire y el agua, y además crea un microclima algo más cálido ya que retiene el calor del suelo.